Coníferas

El grupo de las coníferas abarca gran variedad de especies de muy distinta procedencia y aspecto, entre las que destacan los pinos y los abetos, destinados al cultivo en solitario, al igual que los cedros y cipreses, todos especialmente indicados para cualquier tipo de clima y situación.
Por otro lado, existen las especies empleadas para la creación de setos, como las arizónicas, las sabinas y los enebros enanos, que producen una masa vegetal muy abundante de hoja perenne. Por último, resaltan otros árboles no tan comunes, pero con un mayor atractivo visual aunque, debido a la gran talla que llegan a alcanzar, están prácticamente destinados sólo a jardines de amplias dimensiones, como ocurre por ejemplo, con las araucarias y las sequoyas.
Las coníferas no tienen flores vistosas, y sus hojas son distintas al resto de las plantas de jardín. Casi todas son perennes (exceptuando los alerces de hoja caduca) y presentan, en unos casos, las llamadas acículas (hojas puntiagudas y alargadas en forma de aguja), como sucede en los pinos, cedros, enebros, abetos y alerces, mostrándose en otros en forma de escamas que cubren por completo la corteza de las ramas, como las arizónicas, sequoyas, sabinas y cipreses. La reproducción, en la mayoría de los casos, la realizan a través de las conocidas piñas (dentro de las cuales se encuentran semillas), que caen al suelo en primavera, una vez han madurado. El ejemplo más conocido es el de los piñones.

Cedro

El cedro es un árbol con un formidable y bello aspecto y, aunque su crecimiento es muy lento, puede llegar a alcanzar gran envergadura. Posee hojas perennes muy pequeñas, de tipo acícula, en forma de aguja, y resinosas. Con estas características, es fácil imaginar que el lugar para plantar en cedro necesariamente ha de ser espacioso, nunca a menos de 2 m de distancia de una pared o construcción, ya que el tronco llega a ser muy grueso y las raíces afloran con el tiempo, pudiendo levantar pavimentos u otros elementos fijos del jardín. Por otra parte, debido a que continuamente las hojas están siendo renovadas y caen al suelo, todo aquello que esté debajo de la copa queda impregnado de resina, por lo cual, los arbustos y flores plantadas a sus pies sufren consecuencia, e incluso la pradera llega a presentar serios problemas para desarrollarse con total normalidad. En resumen, éste es un árbol para disfrutar de su belleza y no para realizar actividades de ocio bajo su copa.

NOMBRE CARACTERÍSTICA
Abeto Blanco Piñas erguidas, hojas libres, flexibles y con escote (truncadas y con una hendidura).
Cedro Piñas globosas con escamas muy estrechas, hojas pequeñas libres y agrupadas.
Ciprés Fructificación redonda muy dura, hojas en forma de escama, verde oscuro.
Alerce Piñas muy pequeñas, hojas agrupadas y caducas.
Abeto Rojo, Picea Piñas péndulas (colgantes) y largas, hojas libres y rígidas.
Pino Piñas globosas o alargadas, ramas cubiertas de escamas y hojas agrupadas.
Abeto de Douglas Piñas péndulas cortas y con escamas acabadas en tres lóbulos, hojas libres y flexibles.
Tejo Sin piñas, fructificación carnosa, roja, hojas libres, flexibles y sin escote.
Thuja Sin piñas, frutos leñosos en forma de pequeña castañuela, hojas escamosas, color verde amarillento.